Cómo superar una relación con hijos - Relaciones Sentimentales

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Cómo superar una relación con hijos

Mi pareja me ha dicho que ya no me ama, que ya no siente nada por mí y ahora quiere el divorcio. Tenemos dos hijos. ¿Qué debo hacer?

Más de 200.000 matrimonios se divorcian cada año en todo el mundo y la mayoría estas parejas son de personas de edades comprendidas entre los 40 y los 50 años y con hijos. Solo tenemos estadística de los divorcios, ya que de las separaciones no hay manera de obtener un registro, pero estos datos nos pueden reflejar qué está ocurriendo a nivel de rupturas de pareja.

Una separación con hijos significa que la vida familiar se rompe. Toca hacer entonces 2 duelos al mismo tiempo: la pérdida de la pareja y la pérdida de la familia.

La ruptura de una pareja no solo afecta la afecta en sí, sino que también afecta a los hijos, mismos que no han decidido sobre ello pero que deben aceptar el nuevo panorama. La ruptura les generará un cambio de hábitos y de rutinas diarias, además de aceptar que tendrán dos casas y hasta se podría decir dos hogares y que verán a sus padres por separado en un 50% del tiempo en la mayoría de los casos compartido, esto en el caso de una custodia compartida

Por lo tanto, ¿Qué hacemos cuando nos dicen que nos vayamos de casa después de varios años de relación?


Consejos para afrontar la separación

1. No tomar decisiones precipitadas

Se debe potenciar la vida social, es recomendable que no se inicie ninguna nueva relación de pareja. Durante la fase del duelo se está muy triste y desmotivado y conocer gente nueva ayuda a recuperarse del golpe y a no estar encerrado pensando en todo lo ocurrido, sino desconectar y distraer la mente, aparte de buscar amistades para ocupar ese tiempo que se le dedicaba a la pareja.

Una vez se ha superado la fase de duelo se tiende a caer en el error de volcarse, de nuevo, en la primera relación sentimental que aparece debido a las ansias de volver a recuperar la vida de pareja. Esto es tomar decisiones precipitadas. Por tanto, hay que ser paciente, se debe aprender de la experiencia, y debe dedicarse tiempo a uno mismo y a saber lidiar con la soledad.

2. Aceptar la realidad

Aunque es muy duro no queda más que aceptar las limitaciones económicas y valorar el día a día. Se debe asumir una nueva etapa con condiciones diferentes. Hay que intentar no pensar en lo que se tenía, sino en cómo vivir el momento actual, buscar soluciones y herramientas con la cabeza fría, para poder afrontar los gastos y otras condiciones que antes se lo hacía en pareja

3. Disfrutar de su propia compañía

Es aconsejable retomar los gustos parecidos a los de la juventud ya que la mayoría de aficiones compartidas con la pareja tienden a eliminarse bruscamente con la separación. Es un momento donde uno mismo tiende a encontrarse de nuevo consigo mismo. Se ofrece un espacio donde conectar con uno mismo, saber qué se quiere, pensar en las necesidades, miedos, inseguridades... Y si se aprovecha puede ser una gran fuente de bienestar y crecimiento y ascenso espiritual.

4. Medir las emociones

Es muy importante que a la hora de tomar decisiones estas no sean radicales ni trascendentales justo después de la separación, ya que puede aparecer la sed de venganza. Por tal motivo, lo mejor es esperar un poco y cuando sea el momento, intentar negociar y buscar un acuerdo entre las dos partes. Hay que esperar que las emociones se calmen, ya que estas están aun latentes, y mejor es que se pongan en su sitio y podamos tomar decisiones desde la parte más racional.

5. Mejorar y crear nuevos vínculos con los hijos

En esta etapa los hijos se convierten en lo más importante. El shock provocado por la separación ayuda a centrarse mucho más en los seres que más se quiere, que son los hijos, y no en el trabajo y en el día a día. Esto comporta una mejora en el vínculo emocional con ellos y en la calidad del tiempo compartido. Hay que crear un mejor y nuevos vínculos, generar una nueva dinámica y saber escuchar las necesidades de los hijos. No nos tenemos que olvidar que la familia no se rompe, se rompe la pareja y, por tanto, para seguir educando a los hijos es importante comunicarse con la ex pareja y conseguir el mayor bienestar hacia ellos, ir coordinados y hacerles ver que la parte familiar sigue adelante con un nuevo formato y para esto hay que dejar aún lado los rencores y mal sabores que ha dejado la separación.

6. Aprender

Es muy importante reflexionar y aprender sobre lo que ha pasado, de esta forma se acostumbra a cambiar la manera de vivir y de ver las cosas. Así se hace un crecimiento personal y se aprende que no tiene sentido intentar cambiar a las personas. Toda experiencia es un aprendizaje y lo bueno es sacarle partido al malestar y a la vivencia dolorosa.

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